He aquí una reseña de Aristófanes basada en el texto: La asamblea de mujeres. Realizada por Fernando Álvarez.
La asamblea de mujeres de Aristófanes.
Hay cosas que llegan para quedarse. Eso sin duda. Un ejemplo es la comedia. La
comedia nació en Grecia. Se cree que el origen etimológico de la palabra es el vocablo
koomos que designaba el regocijo, el jolgorio, el relajo que se llevaba acabo en el
pueblo llano. La comedia tiene un origen terrenal y sencillo, un nacimiento de pueblo,
algo distinto a su prima, -si se me permite la expresión-, la tragedia, que posee una cuna
divina. Hablar de comedia griega significa necesariamente hablar de Aristófanes y su
prolífica obra, en este breve texto nos centraremos en una de sus comedias, pero no
dejaremos de echarle un vistazo al conjunto general de su creación. Más adelante al
tratar varios aspectos importantes de la obra de Aristófanes veremos con más detalle por
qué hay cosas que llegan para quedarse.
Eran años de convulsión política los que se vivían en Atenas, cuando apareció en
el teatro la figura de Aristófanes burlándose del sesudo y pensante pueblo griego,
tratando de arrancarle una sonrisa de los labios. Se cree que el autor nació alrededor del
año 450 antes de nuestra era, en Atenas, sin embargo se conoce que pasó algún tiempo
en Egina por lo que se le tildaba de extranjero en la polis ateniense. Nuestro autor vivió
en los años en que se desarrollaba la Guerra del Peloponeso, le tocó vivir y
experimentar la hegemonía ateniense en toda Grecia, más tarde su derrota a manos de
los espartanos y finalmente también su renacimiento posterior a la guerra. Aristófanes
fue un autor de una prolijidad extraordinaria, se cree que escribió alrededor de 100
comedias, muchas de las cuales fueron bastante exitosas, no obstante, hemos
conservado tan sólo once comedias entre las que se encuentran y destacan: Las nubes
que es una sátira contra los nuevos filósofos; Los caballeros donde se burla de los
gobernantes atenienses; Las aves, una fantasía que busca ser la escapatoria de la Atenas
jalonada por la guerra; y La asamblea de mujeres, obra que a continuación
consideraremos con mayor detenimiento.
Un aspecto de la vida de Aristófanes que no podemos pasar por alto si buscamos
comprender su obra es su conservadurismo. La visión política, religiosa, social y
también artística de Aristófanes era marcadamente conservadora. Por eso en su obra se
observa esa burla y ese disgusto, a veces disfrazado y a veces abierto, contra todo
aquello que traiga consigo un cambio de corte que podríamos llamar liberal. Aristófanes
no simpatizaba con la nueva filosofía de Sócrates, ni con la nueva forma de tragedia que
estaba desarrollando Eurípides, y esta animadversión se veía constantemente reflejada
en su obra.
La obra en la cual nos centraremos en este texto es La asamblea de mujeres. Se
tienen datos de que esta comedia fue representada en el año 392 a. C. En esta obra
Aristófanes se burla de los excesos de la democracia. La comedia tiene por protagonista
a Praxágora quien organiza a varias mujeres atenienses para que tomen el lugar de sus
maridos en la asamblea, disfrazándose y haciéndose pasar por hombres, y propongan y
voten que el gobierno de la polis sea llevado por las manos expertas de las mujeres. Esta
proposición surge fundamentada en que un gobierno dirigido por las mujeres es lo único
que no se ha intentado en Atenas, además de que se recuerda a los presentes en la
asamblea la capacidad extraordinaria de las féminas para administrar los bienes del
hogar y tener contentos a los hombres de la familia y también a alguno que otro extraño.
Estos argumentos terminan convenciendo a los pocos hombres que había en la
asamblea, de modo que el gobierno femenino es instaurado. Esta forma de gobierno
termina por ser una especie de proto-comunismo donde el estado provee de todo lo
necesario al ciudadano, comida, ropa, e incluso sexo, pero con algunas curiosas
prerrogativas. Algunos hombres no están de acuerdo en lo que se refiere a convertir sus
pertenencias en bien común pero sí están muy dispuestos a disfrutar de las ventajas de
tan maternal gobierno. La obra concluye con un hecho chusco derivado de la nueva
regulación del sexo, que en pocas palabras se puede resumir en que los feos y feas y los
viejos y viejas tienen derecho a ser los primeros en satisfacer sus necesidades sexuales
con los jóvenes y hermosos, lo cual causa algunas discusiones y disputas donde los
jóvenes no terminan por ser tan felices.
En esta obra se burla Aristófanes de la democracia ateniense llevada hasta el
extremo impensable, en aquel tiempo, de un gobierno de mujeres. El autor nos deja ver
una sociedad donde cualquier cosa es posible, debido al descontrol político y social que
ha dejado la derrota en la Guerra del Peloponeso. Así mismo, podemos observar otros
aspectos sociales y culturales que yacen en el fondo de la obra, como el papel
desempeñado por las mujeres dentro de la sociedad, que era muy parecido al del
mobiliario de la casa pero un poco más útil, y los problemas sexistas, que son tan viejos
como la humanidad misma, aunque ahora nos parezcan tan modernos y exclusivos a
nuestra época.
El lenguaje usado por Aristófanes es un lenguaje coloquial debido a que busca
retratar a los estratos bajos de la sociedad ateniense. Además la obra constituye una
descripción precisa y minuciosa de la vida ordinaria de los atenienses “de a pie”. Nos
habla Aristófanes de sus remedios caseros, nos regala un catálogo culinario y de
costumbres que nos introducen a la vida de Atenas en aquellos años. Nos muestra el
rostro verdadero de los griegos, el rostro del pueblo que no era sus dioses o sus hombres
ilustres posando para la foto, o mejor dicho, para la estatua.
En la comedia de Aristófanes encontramos elementos que tenemos en lo que
llamamos comedia actualmente; el vocabulario coloquial del pueblo llano, la referencia
continua a los hechos políticos y su crítica mordaz, así como el inagotable recurrir al
sexo para arrancar del auditorio algunas carcajadas. Definitivamente, algunas cosas
llegan para quedarse.
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